La última firma

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En Río de Janeiro, la creatividad no tiene límites, y mucho menos cuando se trata de resolver problemas financieros. Tal es el caso de Érika de Souza Vieira Nunes, quien demostró que, en Brasil, hasta la muerte puede ser una oportunidad para hacer negocios.

Resulta que Érika, con una audacia que rayaba en lo macabro, decidió llevar a su difunto tío, Paulo Roberto Braga, en silla de ruedas hasta un banco en Bangu. ¿Su objetivo? ¡Nada menos que obtener la firma del pobre difunto para poder cobrar un préstamo y hacerse con unos cuantos reales!

El plan parecía sacado de una colonia chilanga, pero ni en el estado de las transas y el smog se la rifan de esa manera, pero la realidad superó cualquier expectativa. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que Érika llegó con el cadáver en remolque y se presentó en las oficinas bancarias, dispuesta a hacer el trámite como si nada fuera extraño. ¡Una escena que parecía de la película Un muerto….pero de Risa!

Mientras el abuelito cabeceaba con la boca abierta, signo de que ya había felpado a sus últimas voluntades, Érika no se inmutaba y continuaba con su insólito plan. Con una falta de decoro que raya en lo absurdo, intentó seguir adelante con los trámites para obtener un préstamo de 17.000 reales, ¡como si su tío fuera a firmar el papel desde el más allá!.

Pues mis mitoteros pongan atención Si vas a llevar a tu tío muerto al banco, asegúrate de que esté de acuerdo con los términos y condiciones, ¡o podrías terminar pagando con tu alma.

Por ultimo, vean esa peli si no la han visto……..????

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