Oaxaca, México — La historia de Nadia Jazmín y Don Gonzalo “desafía” todo lo que creíamos saber sobre el amor o en el interés. Una joven intrépida y un caballero de la tercera edad han decidido hacer a un lado las convenciones sociales y unirse en matrimonio, demostrando que el amor no entiende de límites…
La disparidad de edades entre Nadia y Don Gonzalo es más notoria que un grano purulento en la nariz, pero, contra todo pronóstico, su romance se aferra más que una mamá enfurecida a su chancla. Se conocieron en un mercado local en Oaxaca, donde el calzonudo cupido, con su particular sentido del humor, decidió flechar a la pareja con sus flechas de palo de escoba. Nadia, con su energía contagiosa, y Don Gonzalo, con su experiencia y sus historias de antaño, espero que esa cadera aguante el snu snu ( Googleenlo si no saben que es).
Los chismosos del vecindario no tardaron en sacar sus binoculares y criticar el romance. “¿Cómo puede una joven tan vivaracha andar tras un señor de la tercera edad?” “¿tendrá mucho dinero?” decían otros calumniaban y se cuestionaban “Ojala aguante el abuelito” murmuraban, mientras Nadia y Don Gonzalo hacían caso omiso y seguían adelante con su relación, tan tercos como una burra en día de rodeo.
La boda fue normalita sin que fuese digna de un reality show. El Registro civil rebosaba de curiosos, chismosos, mitoteros y familiares incrédulos, que asistían a presenciar la unión de esta pareja tan peculiar. Nadia, radiante, avanzaba junto a su amado con una sonrisa que dejaba claro que estaba más feliz que cualquiera en ese sitio. Don Gonzalo, nervioso sin impórtale si su prometida era hermosa o no, al fin y al cabo esta joven se decía asi mismo, la esperaba, listo para dar el sí más importante de su vida.
El registro civil fue testigo de su amor, y las risas y los aplausos resonaron en el salón mientras intercambiaban sus votos matrimoniales. Y así, bajo la mirada de un funcionario público y la complicidad de sus seres queridos, Nadia y Don Gonzalo se convirtieron en marido y mujer.
Ahora, Nadia y Don Gonzalo planean su vida juntos, desafiando las expectativas y haciendo caso omiso de las críticas. “No importa lo que digan los demás”, afirma Nadia, “nos amamos y punto”. Don Gonzalo, con su sabiduría de años, sonríe y agrega: “El amor no tiene edad… pero las arrugas sí” y como dice el buen Alex Lora…. El pellejo es lo que se arruga.
Sim embargo en este país los chismes y los mitotes son el pan de cada día, esta pareja nos recuerda que el amor es un lío tan enredado como la maraña de cables de tu computadora. Nadia Jazmín y Don Gonzalo han escrito su propia historia, y su ejemplo nos anima a mandar a todos al carajo con sus opiniones y hacer lo que se nos antoje de nuestras vidas.
Así que levantemos nuestras tazas de café del bola de oro , agua de mahuis o lo que sea que quieran tomar, y brindemos por Nadia y Don Gonzalo. Que su amor sea tan duradero y presidan a los años que le faltan al don!
Y como dice el dicho, «la juventud se da por contagio, pero en esta ocasión, veo que falló».